....mirando por la ventana.... nada en particular. Se trata de un día nuboso, gris, casi plomizo.... seguramente acabará lloviendo, pero esa imagen del cielo, con una luz casi tímida que se va apagando poco a poco... mientras agoniza, el atardecer te mantiene atrapado...
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Aunque llevas horas en el salón de tu casa, continúas con la ropa de la calle... no quieres, hoy no quieres cambiarte de ropa, no quieres deshojar tu coraza y dejar abierta la posibilidad de que asome algún sentimiento de nostalgia, de pena, de tristeza... hoy no.
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Es un día especial, aunque sigue sin haber ningún motivo para sonreír... cómo te gustaría sonreír... hace tiempo que todos los días son grises, incluso cuando brilla el sol y no hay ninguna nube que se atreva a robarle protagonismo... Alzas tu copa de cava, porque hoy es un día especial y casi te sorprendes de que no haya nadie con quien brindar... la alzas en el aire y te la llevas a los labios, mientras una mueca amarga, asoma a tu boca intentando convertirse en una sonrisa... sin lograrlo.
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Pasan minutos y continúas observando... en la calle la vida sigue, se evapora un nuevo día y poco a poco la tranquilidad vuelve a esas aceras tan vistas, tan pisadas, mientras comienzan a dibujarse los pequeños oasis de luz que forman las farolas cuando el día acaba por apagarse... todavía saboreas las pequeñas burbujas juguetonas que continúan en tu paladar, como un grato recuerdo que se niega a desaparecer...
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Vives de eso, de recuerdos. Vives del pasado, en el pasado... una vida vivida, una vida saboreada, disfrutada, piensas con orgullo... pero las primeras gotas de lluvia que aparecen por sorpresa, deslizándose por tu ventana te recuerdan que cometiste un error.... el error de no compartirla, de cerrarla.... Presumes de tu independencia, pero tu mirada, triste, pide a gritos un alma para compartir tu amor, tu ternura.... tienes tanto que dar....
y, sin embargo.... ¿será demasiado tarde ya? ... no lo sabes... todavía no conoces ese alma que vendrá a tu vida... que vendrá a rescatarte... pero tu corazón ya grita... " te quiero".
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mirando por la ventana...
con una luz casi tímida que se va apagando poco a poco...
no quieres
dejar abierta la posibilidad de que asome algún sentimiento de nostalgia, de pena, de tristeza...
aunque sigue sin haber ningún motivo para sonreír...
y casi te sorprendes de que no haya nadie con quien brindar...
y, sin embargo,
...no lo sabes....
...pero
te quiero.
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