Espera (III)

.... hoy he vuelto....

llevaba días sin ir, sin acudir a mi cita, a esperarte, un día más..... hoy lo he hecho... porque se que falta poco.....

...falta poco para que llegue el día...

...el día en que nos conozcamos....

Estoy sentado, en la mesa de siempre, esperando... misma imagen, mismo lugar... únicamente el libro que tengo entre manos, diferente cada vez, me dice que el tiempo pasa...

Distraido, pensando, tomo la taza y me la llevo a los labios en un movimiento suave, premeditado y sin prisa... saboreo el café amargo a la vez que saboreo también la situación... observo la cafetería, observo a la gente que va y viene, alegre, seria, con prisas, entreteniéndose, conversando.... mil conversaciones al unísono creando un coro uniforme de voces entremezcladas... consigue hacer familiar el ambiente, acogedor en cierta medida... igual que el tiempo, eternamente inestable, haciendo que el cristal que da a la calle se torne empañado, con gotas de lluvia resbalando caóticamente por su superficie consigue también trasladar esa sensación de confortabilidad dentro del café.

No tengo prisa, no tengo ansiedad... estoy relajado, con esa tranquilidad que te da la certeza de saber que finalmente llegará el día... me imagino cómo serás esta vez... intento imaginarme tu sonrisa... tu mirada... esos detalles que otras veces han conseguido forzarme a caer enamorado de ti... ¿qué será esta vez? tus labios, tu espontaneidad.... o quizás sean tus manos, suaves, las que consigan atraparme... no lo se, no me importa... La última vez fue tu mirada. Sé que fue tu mirada la que me hechizó... ¿cómo será esta vez?

Tu nombre... no es algo que me importe... pero se que es relevante... tengo curiosidad... ¿cual será esta vez tu nombre? tantas veces has acudido a mi, tantas veces te he esperado... siempre con un nombre diferente... siempre con unos rasgos, una personalidad y una forma de reírte diferente... y siempre termino deseando besarte, deseando cogerte entre mis brazos, abrazarte fuerte y cerrar los ojos, dejando el tiempo pasar...

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abro los ojos, miro mi café, acabado ya... es la hora... hoy tampoco ha sido el día, pero no me importa, porque se que falta menos... menos para conocerte de nuevo y que, de nuevo, vuelvas a mi, con una cara y con un nombre diferente.... pero siempre tú...

abro la puerta, me entretengo levemente con la mano puesta en el pomo de metal, frió... dos segundos para respirar hondo, llevarme ese aroma de la cafetería conmigo... y salgo a la calle, deseando besarte, deseando beber de tu boca, deseando cantarte canciones desnudas... deseando abrir tu boca, dejarla entreabierta y posar en ella mi párpado...y llorar... llorar en tu boca... pero la lluvia no me deja soñar contigo... me recuerda que debo abrir mi paraguas... lo hago, y me zambullo en el mar de gente que, a pesar de la lluvia, camina incansablemente por las vías de esta ciudad... mi ciudad...

parte II

parte I

Él - Parte II (ficción)

Él no había sido como los otros niños.... sí es verdad que también tuvo sentimientos, sueños y miedos.... pero sus sentimientos los había aplastado, arrinconándolos en lo más oscuro de su alma, sus sueños habían sido abandonados y sus miedos vencidos.... ¿os podéis imaginar? Un niño sin miedos, sin temores difuminados en su imaginación, sin lastres morales que tercien en sus decisiones y actos....
Así era Él....

Un niño bajito, delgaducho, de piel muy clara y pelo negro azabache, siempre desaliñado y rebelde, como su temperamento... y esos ojos... se te clavaban, sin revelar nada, no pestañeaba... una vez me comentó uno de los psiquiatras que sus ojos no revelaban sentimiento alguno... yo le dije que se equivocada, ¿entienden? Sí que revelaban un sentimiento... era IRA... ira pura lo que sus ojos irradiaban..... Era fuego lo que había en su mirada....

Nosotros les cuidábamos, queríamos a esos niños... pero, desde que apareció en nuestro orfanato, ya supimos que este niño era diferente, con aquella premonitoria nota escrita a mano, y esa señal en el omoplato.... esa señal es de Lucifer, se lo aseguro.... es del mismísimo Diablo.... pero entonces no lo sabíamos...., no podíamos saberlo... ¿lo entendéis? Era imposible imaginar....

Les intentamos educar lo mejor posible.... Por supuesto que había que tener mano dura con ellos... pero es que hay que prepararlos para esta vida... para esta cruel vida que les espera al salir de las puertas del orfanato... pero con él.... no funcionaba nada.... no respetaba la autoridad nuestra, ni con amenazas, ni con castigos.... no respondía a los estímulos...

No... No apruebo determinados... métodos... pero había gente entre el personal que empezaba a tenerle cierto.... miedo y creo que se nos fue un poco de las manos... las quemaduras en los brazos fueros hechos puntuales y sin importancia....pero es que no contaba con seis años y ya empezaba a hablar con ese amigo imaginario... creo que era influencia directa del mismísimo Satanás....

Y luego pasó lo de Sebastian.... pobre criatura.... tenía todo a su favor.... esa carita angelical, esa familia que se fijó en él.... y de repente....el accidente... ¿quien va a querer adoptar a un niño ciego? ¿A un niño que se ha convertido en un despojo, estigmatizado, con la cara destrozada?....

No sabíamos que él había sido el causante aunque yo lo sospechaba.... tenía la sospecha de que él debía estar detrás de todo eso...
Y lo confieso, me alegré cuando se marchó. Me alegré enormemente cuando por fin dejo este centro de la mano de esa familia.... Creí, en ese momento, que por fin nos habíamos librado de él... que el mundo se había librado de él... que empezaría una nueva vida, de la mano de esa familia.... Pobre familia....

.....pobre familia.....
Yo..... Yo no les deseaba tanto mal.....no sabía de lo que era capaz ese niño.... esa Bestia...

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Primera parte:

http://www.eltrasterodejorge.blogspot.com/2012/01/el-ficcion.html

Él (ficción)

.... yo se la verdad....

Ellos no me creen, pero no me importa, yo se la verdad.... Son unos ignorantes, eso son... se ríen de mí.... pero yo se la verdad.... escupo en su cara, escupo en su moral y escupo en su sonrisa condescendiente.... yo SE la verdad....

Todo empezó hace muchos años... yo era pequeño, un niño... estaba sólo, siempre sólo en ese orfanato... había más niños, pero nos pegaban si estábamos mucho rato jugando juntos...

esas habitaciones... no nos dejaban hablar......

...

esas habitaciones.... siempre estaba oscuro y frío...

Hacía mucho frió. 

Hacía mucho frío y yo quería jugar, pero teníamos miedo... y nos pegaban.....

nos pegaban nos pegaban nos pegaban....

nos pegaban porque jugábamos, nos pegaban porque teníamos frió, nos pegaban porque teníamos hambre, porque reíamos, porque llorábamos... siempre nos golpeaban... dolor......

...siempre....

...dolor.....

.....

Entonces.

Entonces vino él... o yo le llame... ¡sí! eso es, yo me lo inventé, me inventé a ese amigo invisible... así me haría compañía. Tenía un nombre...

Sí... tenía un nombre, pero no recuerdo.... pero tenía un nombre, él me lo dijo, porque era mi amigo, pero ahora no recuerdo....Él siempre decía que era mi amigo... ¡Y me ayudó! sí, me ayudó...pero no recuerdo su nombre.... no puedo recordar...

no puedo....¡malditas pastillas!

Me ayudó. Primero en el orfanato, con esa familia... se equivocaron, se equivocaron de niño y querían adoptar a Sebastian. Era a MI a quien querían, pero se habían equivocado y él me ayudó, nos ayudó quitando de en medio a ese niñato entrometido...

....¿por qué tenía que estar ahí, en mi lugar? ....¿por qué sonreía siempre a La Familia cuando venían a verle? ¡NO!

En realidad venían a verme a mí, lo que pasa es que estaban equivocados... y él me dijo como hacer... intenté ser amable, convencerle, pero era testarudo, no sabía... Sebastian no hacía caso cuando le decía que La Familia me quería a mí... así que tuve que decírselo a él. Él se enfadó mucho y le dio una lección.... de noche, Sebastian me miraba... le miraba a él llorando, suplicando.... yo le había prevenido, él es muy peligroso cuando se enfada...así que él, harto de sus súplicas, le sacó los ojos, sí, los dos, así no le adoptarían, ¿qué familia querría adoptar a un niño ciego? Era mejor para Sebastian ,porque no le querían a él, sino a mí, lo que pasa es que estaban equivocados...

¡estúpidos! siempre equivocados....

El orfanato ocultó todo, le obligaron a Sebastian a no hablar, le apartaron... y tan sólo dijeron a la familia que había ocurrido un terrible accidente... Yo les brindé una bonita sonrisa... y se fijaron en mí...

Me llevaron a su casa... ¡qué bonita casa! las habitaciones tenían ventanas, con luz... no hacía frío, tenían comida, mucha comida... pero había una niña, más o menos de mi edad, era bonita, era amable conmigo... pero no le gustó a él. Me dijo que intentaría apartarme de La familia.... así que tuve que hacer caso de lo que él me decía, de lo que él me ordenaba...

...pobre niña.... ¡estúpida!

....pobre....